¿Por qué son tan largas las palabras del náhuatl?
Bien el náhuatl es una macrolengua aglutinante, es decir, añade muchas clases de prefijos y sufijos a una raíz hasta poder construir palabras muy largas.
Es una lengua que existe en forma de diferentes variantes, no necesariamente inter comprensibles, pero que por ciertas razones se considera forma dialectal de una misma lengua, en el náhuatl existen al menos 28 diferentes variantes.
¿Por qué se oyen tantas palabras del español cuando se habla en náhuatl?
El español ha sido la lengua social y políticamente dominante en México durante ya casi quinientos años. Es muy natural en esa situación que los que hablan otras lenguas aprendan la lengua dominante y empiecen a utilizar palabras de ella, mezclandolas con la lengua materna.
Especialmente cuando una cultura tiene artefactos o conceptos que no existen en la otra, es común tomar prestada la palabra correspondiente de la lengua vecina en vez de inventar una palabra nueva.
¿Por qué tantos lugares, lenguas y grupos étnicos en México y Centroamérica tienen nombres que vienen del náhuatl, aun cuando no se habla el náhuatl en la zona?
En este segundo caso, la lengua dominante también suele tomar préstamos de la otra lengua, y por lo tanto, hay muchos “nahuatlismos” en el español, especialmente en el español de México. Algunos, como tomate, chocolate y coyote (del náhuatl tomatl, xocolatl, coyotl), han llegado a ser palabras mundiales, utilizadas en muchísimas lenguas. La lengua que ya no toma préstamos es una lengua muerta. El caso es que el náhuatl, sigue siendo una lengua viva.
Cuando por primera vez los españoles llegaron a México, pelearon con los mexicas de Tenochtitlán (o sea los aztecas) que eran hablantes del náhuatl clásico, y muchos de sus aliados en esa guerra (por ejemplo: los tlaxcaltecos) también eran nahua-hablantes. Así que era muy natural que sus tratos principales fueran con nahua-hablantes, y aun en sus tratos con hablantes de otras lenguas indígenas solían utilizar intérpretes e intermediarios de habla náhuatl. Lo extensivo de la influencia mexica y el carácter de lingua franca que tenía el náhuatl en la Mesoamérica de esa época, facilitaban este proceso.
Es por esta razón que tantos topónimos en México y Centroamérica provienen del náhuatl, aun en partes lejanas de los territorios tradicionales del náhuatl. Y por la misma razón los nombres españoles de las diferentes culturas y grupos étnicos (gentilicios) suelen ser adaptaciones al español de los nombres que les dieron los hablantes del náhuatl.
Estos nombres vienen del náhuatl, porque los españoles generalmente adoptaban nombres del náhuatl antes que de las otras lenguas indígenas.
En donde el español tiene preposiciones (palabras como: de, en, sobre, detrás de, cerca de, etc.) para expresar relaciones locativas, el náhuatl tiene una serie de proposiciones. Entre ellas están ‘-tlan’, ‘-pan’, ‘-can’ y ‘-co’, todas significando algo como ‘en’, o ‘en el lugar de’. Para nombrar los lugares, los hablantes del náhuatl utilizaban la sufijación de estas formas a raíces sustantivas sencillas o compuestas, y esos nombres todavía se utilizan actualmente, aunque sea en forma hispanizada.
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